En su libro “Pedagogía de la autonomía” Paulo Freire señalaba que “enseñar exige comprender que la educación es una forma de intervención en el mundo”. Al educar construimos personas que van a vivir un futuro que será diferente según las eduquemos. En buena medida, dependerá de nosotras que participen activa y críticamente en la construcción de ese futuro, o sean simplemente objetos pasivos en él.
En el Movimiento por la Paz concebimos el aprendizaje desde el cambio; como un proceso gradual, afectivo y social que implica actividad y reflexión, y que requiere que las personas participantes estén motivadas. Es decir, que encuentren un sentido a lo que aprenden.
Educar para una cultura de paz es favorecer un desarrollo humano sostenible, en el nivel individual, comunitario e internacional. Es necesario elaborar un discurso compartido que, desde el concepto de ciudadanía global, logre establecer el nexo entre lo local y lo global.
Desde el Movimiento por la Paz, con nuestras actividades de sensibilización, educación y participación social, intentamos promover la existencia de una ciudadanía global comprometida con la transformación social. Para ello nos centramos, sobre todo, en temas relacionados con la desigualdad de género, la lucha contra la pobreza, la defensa de los DDHH, la diversidad sexual, el diálogo intercultural y el cuidado del medio ambiente.
Trabajamos estos temas estableciendo una línea de comunicación permanente entre lo local y lo global. El objetivo es generar una línea de reflexión continua entre el nosotros, nuestro lugar en la comunidad local, para entender también nuestra responsabilidad en el funcionamiento del mundo en que vivimos.
En nuestras actuaciones pasamos por los aspectos a nivel comunitario, nuestro entorno, el centro educativo y la familia, hasta lo global y más abstracto, analizando las estructuras sociales: los sistemas socioeconómicos, las políticas, las normas, la cultura, los mitos y las reglas preestablecidas y que difícilmente son cuestionadas.
En el fondo, de lo que se trata es de que:
- Aprendamos a pensarnos desde lo local a lo global, y viceversa, para aprender a sentirnos parte de una comunidad, preocupándonos por temas colectivos, y comprometiéndonos con el desarrollo a nivel local, nacional e internacional.
- Adquiramos conocimientos profundos sobre temas relevantes como las migraciones, la igualdad de género, la lucha contra el racismo y la xenofobia, los DDHH, la convivencia intercultural y la cultura de paz.
- Promovamos la implicación de las personas en acciones concretas sobre convivencia intercultural y cultura de paz.