El antropocentrismo, el patriarcado que se visibiliza a través del machismo, el adultismo, el individualismo que conduce al aislamiento y el etnocentrismo operan todos de la misma manera. A través de un discurso articulado de manera artificial, basado en estereotipos, establecen una línea que separa lo humano de los subhumano, lo normal de lo despreciable, lo moral de lo inmoral. Curiosamente, esa línea siempre es trazada por aquellos que aspiran a u ostentan la hegemonía: hombres, blancos, de mediana edad, occidentales, enriquecidos a costa de robar su dignidad y sus recursos a otros seres humanos y al planeta.

En el curso nos hemos cuestionado algunos elementos que definen nuestra sociedad como por ejemplo, el sistema económico capitalista, nuestra cultura no es la española, ni la cántabra, ni la europea, si no capitalista. El éxito de estos elementos es la fragmentación social, pues sirven para separarnos, como individuos y como grupos; y sin cohesión social, no hay desarrollo.


El Roto

Algunas de las claves para generar situaciones que favorezcan la cohesión social y nos ayuden a recuperar nuestra capacidad para conectar, son:

  • Buscar la armonía con la naturaleza y con nosotras mismas. Cuidémonos y pasemos tiempo en la naturaleza.
  • Desarrollar nuestra capacidad para la afectividad. Poner en valor la importancia de la risa como herramienta para la conexión.
  • Crear un clima de seguridad y confianza para superar las barreras de carácter emocional que el capitalismo construyen.
  • Desmontar estereotipos, pasar el filtro, a nosotras mismas y a la realidad, del pensamiento crítico
  • Participar, con actitud activa y transformadora.

Nuestra idea también ha sido crear un espacio para el pensamiento crítico, es decir, para ir desmontando poco a poco algunos aspectos que se dan por ‘normales’ en nuestra sociedad y que se oponen al modelo de sociedad justa que nos permita realizarnos en plenitud.


Liniers