Román García y Ángela Rodríguez, participantes en el itinerario formativo ‘Agentes de Mediación Intercultural’, han realizado dos interesantes propuestas para trabajar la interculturalidad a través del arte.

La propuesta de Roman parte del axioma, “conocer es respetar” y, con el arte como nexo, plantea una serie de actuaciones con dos objetivos claros, cohesionar el grupo y trabajar la igualdad en la diversidad, y por otra reconocerse como valor personal, sus esperanzas, recorrido, objetivos, la fuerza interior, empoderar en la medida a cada participante, con ejemplos relacionados con el arte.

Ángela nos propone  un taller de expresión visual para crear un espacio seguro y de confianza para fomentar la creatividad, la comunicación y la convivencia intercultural.

Actividades propuestas por Román:
Realización de un cadáver exquisito con las participantes bajo el tema integración, bien formato libre (mucho más complicado si no estás habituado la expresión artística) siempre con ayuda o bajo una previa imagen para que resulte más ameno, (árbol tema raíces/semillas, mapa tema lugares, abecedario tema causas lucha…) fácil y estéticamente una imagen potente. Anteriormente un pequeño debate, muestreo rápido de mujeres del mundo del arte, no reconocidas como se merecen pero auténticos faros a seguir, en su condición de mujeres, su diversidad cultural, raza, orientación sexual, origen… conocer para no olvidar su lucha, su entrega e incluir a las mujeres de Empoderadas en un collage entre los faros. Y a raíz de este ejercicio de reconocimiento ofrecer un homenaje personal.

Existe decenas de técnicas y propuesta para tal fin: reconocimiento, mostrar sus propios derechos, no olvidar, reconocer, sentirse orgullo de una misma…

 

La propuesta de Ángela es crear de un collage colectivo basado en la captura de vivencias a través de fotografías o imágenes que resulten significativas para los/as participantes, que permitan la creación de recuerdos, ofreciendo la posibilidad de poner imágenes en diálogo, compartiendo, celebrando y apreciando la belleza de la vida cotidiana.

Además, se facilitan vías para crear recuerdos, personales o colectivos duraderos y que los/as participantes adquieran herramientas para canalizar sus emociones generando un legado visual significativo.

El collage abre la puerta al juego creativo y trasciende la esfera de la acción individual al instarnos a colaborar. Además, desencadena gran cantidad de conexiones simbólicas mediante la combinación de imágenes y experiencias personales. Al recortar y fusionar elementos podemos construir algo completamente nuevo, transformando de una manera simbólica la realidad, canalizando las emociones y fomentando nuevas vías de pensamiento que nos lleven a encontrar soluciones a problemas cotidianos. Es por ello que a menudo constituye una herramienta empleada en terapias artísticas.

A través de imágenes y fotografías las participantes podrán, partiendo de una primera mirada introspectiva, compartir sus experiencias, perspectivas, culturas y emociones, promoviendo así el autoconocimiento, el valor de la multiculturalidad y el empoderamiento de l@s participantes.

El taller brinda por tanto la oportunidad de explorar la creatividad, representar lo cotidiano de manera tangible, establecer conexiones significativas, desarrollar el sentido estético y promover la reflexión, el diálogo y la comunicación.

En conjunto, es una experiencia enriquecedora, con la creatividad como vehículo conductor, que promueve por un lado el crecimiento personal, la introspección y la creatividad, a la par que el diálogo, la gestión emocional y las habilidades comunicativas.

A medida que las personas participantes adquieren interés por los procesos artísticos se les puede abrir un mundo de posibilidades y de realización personal, al sentirse inspiradas a desarrollar su creatividad. Esto les puede conducir a formarse en oficios relacionados con las actividades manuales, o bien continuar aprendiendo y creando de manera autodidacta y quizás en algún momento animarse a mostrar su talento en redes sociales, planteándose participar en proyectos creativos colectivos, concursos de pintura o fotografía, haciendo su propio portfolio e incluso exhibiendo sus trabajos en espacios culturales.