MIGUEL NOVOA ha participado en el Itinerario formativo “Agentes de mediación intercultural”. A continuación destacamos sus reflexiones sobre feminismo y diversidad cultural a partir de la propuesta anticolonial de la escritora Sirin Adlbi Sibai.

Para trabajar la diversidad cultural destaco elementos propuestos por los feminismos como la perspectiva de género, herramienta para desvelar las relaciones de opresión, ponerse las gafas moradas para cuestionar la norma y descubrir las discriminaciones, tomar conciencia de ellas y actuar para cambiarlas. Relaciones de poder que no son solamente de género, sino, siguiendo la propuesta decolonial, son opresiones imbricadas de género, raza y clase. 

Desde el feminismo radical destaco la búsqueda de acciones; pensamientos que vayan a la raíz del problema, al sistema económico, político, cultural que crea, reproduce y legitima esas opresiones. 

También las aportaciones de los feminismos anticoloniales, rescatando las epistemologías y cosmovisiones del Sur, nos hablan de un cambio de concepción: desde la dualidad excluyente de la Modernidad Occidental podemos comprender el mundo y a nosotros desde una dualidad no excluyente ni jerárquica, que incluya a los opuestos sin negarse entre ellos y cohabite las contradicciones. Así como quiero destacar las propuestas de repolitización de las identidades, la toma de conciencia como sujetos políticos de las otras, autodefiniéndose, tomando agencia y ejerciendo resistencia, tomando su propia voz y sus propias acciones.

Creo que Sirin Adlbi Sibai en su ponencia resume bien con su propuesta decolonial algunos de estos elementos necesarios para trabajar la diversidad cultural: el cuestionamiento de la norma, de la dualidad nosotros-otros, del discurso oficial que niega las realidades, acciones, pensamientos de las otras y los otros; repensar la normalidad impuesta desde la zona del ser a la zona del no ser, donde viven aquellos que son subalternos, las otras, excluidos y oprimidos por no entrar en la norma. 

Las imágenes, discursos, con las que desde el nosotros como occidentales definimos a las otras, definiéndonos a nosotros por oposición con el otro. En fin, desvelando que los discursos de la normalidad Occidental producen, reproducen y legitiman las opresiones imbricadas de género, raza, clase y el sistema que las sostiene, y así, tras analizar esta realidad poder luchar para cambiarla.