B.G., M.A. y S.C participantes en el curso Agentes de Mediación Intercultural, han reflexionado sobre una cuestión básica en la mediación: el conflicto como oportunidad.
Estas son sus consideraciones.
B.G.: “Mi reflexión personal se centra en lo importante que es la comunicación entre las partes implicadas. La mediación pone en contacto a las dos partes y fomenta la comunicación entre ellas. Ambas partes se benefician cuando las decisiones se toman en consenso porque llegar a un consenso ya es un éxito. Una de las características de la mediación es que no hay un ganador y un perdedor, el objetivo es que ambas partes ganen.
La dificultad que se encuentra la persona mediadora depende de la actitud de las partes hacia el proceso, de hecho , sin la voluntad de las partes implicadas no es posible la mediación. Como en cualquier proceso de diálogo y comunicación, el nivel de resistencia o de cooperación de las partes marcará el ritmo del proceso y el resultado final.
Por supuesto, la profesionalidad y habilidades de la persona mediadora juegan un papel primordial e imprescindible, pero no hay que olvidar que las verdaderas protagonistas son las personas que deciden abordar sus conflictos haciendo uso de ésta estupenda herramienta”.
M:A.: “Un conflicto debe entenderse resuelto cuando las dos partes sienten que han ganado. Por tanto, la solución de conflictos debe realizarse desde un comportamiento colaborador o cooperativo. Nuestra labor como mediadoras será hacer ver a las partes que la colaboración es la mejor manera de solucionar el conflicto”.
Para poder llevar a cabo una mediación es necesario que las dos partes estén predispuestas a llevarla a cabo. El mediador será un guía, pero nunca influirá ni decidirá por las partes, el problema es que las personas vemos nuestra visión de las cosas de manera absoluta y nos sentimos amenazados cuando entra otra parte en disputa, por ello muchas veces es necesaria la intervención de una tercera persona ajena al conflicto”.
S.C.: “Fomentar la cooperación no es un trabajo fácil pues para ello tenemos que desaprender lo aprendido dado que en nuestra sociedad hemos sido educados en el individualismo, el egoísmo y la competición, bajo lemas como “tú solo contra el mundo” o “tú puedes con todo”. Ideas que en mi opinión son erróneas o falsas, pues cualquier logro o éxito es solo posible gracias a los logros anteriores de otras personas. Juntos es como avanzamos. Por eso creo que la labor de mediadora no es tan fácil, pues hay que tener voluntad de cooperar y creer en el trabajo en equipo. Me acuerdo de una dinámica que hicimos en un curso , se llamaba ‘La torre más alta’ y consistía en hacer tres equipos y repartir a cada uno de ellos tres folios para conseguir hacer la torre más alta. Instintivamente, cada equipo hace sus peripecias para tratar de crear la torre más alta, compitiendo entre ellos, sin darse cuenta de que nadie les ha dicho que deban competir y que para construir la torre más alta pueden unir fuerzas y construir la torre con nueve folios. Así de esta manera tomas conciencia de lo arraigado que esta el individualismo y la competición en nosotros mismos”.